La realidad muchas veces nos muestra una enorme precariedad y falta de dignidad en los empleos de baja calificación -como por ejemplo los trabajos de aseo y limpieza- con trabajadores víctimas de una total invisibilidad en la organización. Creemos que la dignidad y la calidad de vida de las personas dentro de una organización no sólo se juega en la remuneración que reciben por su trabajo y en la justicia asociada a ésta, sino también en el valor simbólico y subjetivo que se le otorgue a su rol, su relevancia dentro de la institución y la participación que tenga el trabajador en la construcción de sentido y pertenencia

En Próxima, como empresa de servicios de apoyo que se inserta en el mundo de los trabajos de subcontratación, trabajos que muchas veces se dan en condiciones precarias, creemos que para entregar un servicio de calidad debemos partir por situar el foco en invertir en las personas. Y la relevancia de invertir en las personas no se limita únicamente a traducir esa inversión en un mejor servicio, también permite impactar socialmente al generar mejoras en la calidad de vida de los trabajadores y en el acceso de ellos a mejores oportunidades. Creemos que un enfoque de empresa centrado en las personas nos entrega la posibilidad de aportar a la construcción de una sociedad más justa y sostenible. Esta convicción nos ha llevado a tomar una definición de fondo: en nuestra empresa el trabajo se valora más que el capital.

Nuestra visión se basa en la confianza en las personas. Si invertimos en las personas estaremos mejorando sus condiciones de trabajo y desarrollo, gatillando la entrega de un mejor servicio y a su vez potenciando a esas personas para que en base a su esfuerzo y desempeño, puedan acceder a mejores oportunidades. Para generar este círculo virtuoso nuestro norte es transformar la Subcontratación en una Supercontratación.